El manual del chofer puertorriqueño
1. Al encender su carro - Implore al Poder Supremo y encomiéndese al cuidado divino para su protección contra los peligros que encontrara en las calles y avenidas de Puerto Rico.
2. El saludo boricua de conductores - Para saludar a un conductor boricua: baje lentamente su ventana y con un tono grave y fuerte diga "La madre que te parió", pueden incluirse, al final de la expresión, sustantivos calificativos como "gordo mamón", "cabrón", "vieja infeliz", "ratainmunda", "maricón", "cojonú", "cabeza e' puerco", "cachapera", "puta", etc. (escoja el mas adecuado para la ocasión). De todas maneras, esté siempre preparado para responder con un "Váyase pa'l carajo" en caso de
que el otro conductor lo haya saludado primero.
3. Luces de cambio - Si un conductor delante suyo, en otro carril, enciende su luz de cambio, no lo deje entrar a su carril. De hecho, presione el acelerador y manténgase próximo a él. Es probable que el conductor intente saludarlo, pero usted ya sabe exactamente que hacer en este caso (ver párrafo anterior).
4. Semáforos - Estos interesantes artefactos suelen encontrarse en las intersecciones de las calles sin tener ninguna razón aparente, pero si están ahí por algo será. Es muy probable encontrar conductores detenidos observando como cambian las luces de colores (una experiencia fascinante). Los oficiales de tránsito creen que cada color tiene un significado que el conductor debe respetar. De la observación efectuada se ha determinado el significado de cada color:
a.. Luz amarilla: acelere su carro tanto como sea posible.
b.. Luz roja: esta luz permite pasar a 5 ó 6 carros más después de su encendido.
c.. Luz verde: reduzca la velocidad y espere a que los 5 ó 6 carros atraviesen su luz roja.
*Nota: es vital tocar la bocina a los 1.5 segundos del encendido de la luz verde.
5. Cambio de carril - Antes que nada, no importa lo que vaya a hacer, nunca encienda su luz de cambio, de lo contrario estimulará la reacción de otro conductor (vea "Luces de cambio"). Observe al conductor que viene por el carril al que desea pasarse, y ante su menor descuido métase descontroladamente con su carro, se sorprenderá al darse cuenta que no es
necesario mas que un par de centímetros entre carro y carro. En ese momento será saludado por no menos de 3 conductores.
6. Embotellamientos (mejor conocidos como tapones) - Durante los tapones se realizan varias actividades divertidísimas, tales como: toque su bocina, retoque su maquillaje, pierda peso sudando como un cerdo debido a la falta de aire acondicionado, salude a otros conductores, perfeccione su cambio de carril, llame por el celular para decir que va tarde por culpa del "maldito tapón", juegue a ver que tan cerca puede pararse del "bumper" del carro de adelante.
7. Peatones - Estos individuos son una molestia para los conductores boricuas. En caso de encontrar a alguno de estos particulares personajes, acelere y muéstreles quién es el jefe. En las intersecciones, ceda el paso al peatón y en cuanto lo tenga en la mira, tírele su carro encima. Si no llega a tocarlos, puesto a que suelen ser bastante hábiles, no se preocupe, seguramente le habrá dado un buen susto.
8. Autopistas - Formación cuello de botella: Para la ejecución de este tipo de formación, los carros deben bloquear todos los carriles conduciendo a la misma velocidad y yendo de lado a lado (así se evita que otros carros intenten pasarnos). Es importante conducir a unas 20 millas por debajo de la velocidad mínima permitida.
Nota: esta actividad toma especial colorido cuando se realiza mientras está lloviendo.
9. El cambio de carril triple (pre-requisito, dominar "cambio de carril") -Este movimiento requiere de muchísima precisión y creatividad. Debe ser ejecutado rodeado del mayor número de carros posible y en cuestión de segundos, para crear lo que algunos catalogan como "pánico general".
10. Peajes (Toll) en la autopista - Todos sabemos lo que es estar apurado y no tener el cambio para ingresar a los carriles de 'cambio exacto'. Con ese fin se han desarrollado técnicas para su comodidad. Métase al carril de 'cambio exacto', aunque tenga un billete de $1.00. Cuando llegue a la canastita de pago exclame con cara de asombro: "¡Coño, me confundí de
carril!". Si cuando llegue el muchacho del peaje se niega a aceptar su billete, entonces señale la imponente fila de carros que se ha formado detrás suyo y diga: "¿puede decirles que saquen sus carros? Así yo saco el mío". Ignore los millones de saludos que recibirá, y sonría
jueves, 30 de octubre de 2008
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